
Recuerdo los días tristes cuando nos llevaban al cementerio a "hablar con mamá" en su sepulcro. Esos días marcaron mi aversión a esos sitios por mucho tiempo. Actualmente ya no me afectan pero de todas formas no voy.
Por eso, este día del quincuagésimo primer aniversario del fallecimiento de María Luz Castillo, nuestra querida Madre, traigo una flor a su memoria para agradecerle haberme dado la vida
1 comentario:
Por el testimonio que la Mimia dio de su hija, sin duda María Luz amó a sus hijos! Fueron cinco embarazos casi anuales cada uno. El último fue abortado por el avanzado cáncer que la mató. Yo recuerdo el día de su entierro. La casa llena de visitas y adornada con flores y cortinas. Para mi todo era sinónimo de fiesta! En el centro de una sala, un ataúd café y en él dormida estaba mi mamá, más bonita que nunca. Qué sabía yo de muerte!
Cuando llegó la hora de ir al cementerio la cantidad de carros me impresionó. Yo estaba contento. Sin embargo en el cementerio, el llanto colectivo, pero principalmente ver a mi papá llorar cambió mi entusiasmo aquel día de "fiesta".
Era casi de noche, el sol se ocultaba y había una brisa en el cementerio. Al regresar, la casa vacía, el olor de flores muertas, las velas, rezos y llanto... estaba comenzando a entender que algo fundamental estaba sucediendo... un hecho que cambió toda nuestras vidas!
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